Sandía y vino tinto

Retomando mi perfil bloggero debido a los innumerables emails recibidos de mis lectores pidiendome que actualice (?), acá estoy nuevamente, todo es por ustedes, mis queridos amigos y lectores ( y por mi, por mi necesidad de mostrarme).
Y no podia volver sin escribir otra cosa que no sea una anécdota medicinal (oh my doc!) en honor a VOS amor de mi vida.
Aclaro oportunamente y de antemano que no estoy opinando sobre salud ni haciendo apología de la automedicación ni cosa por el estilo ;)

Resulta que hace un tiempo fui al doctor por un aparente resfrío que resulto ser una angina. Cuestión que me recetó antibióticos, y como tenia un casamiento al día siguiente se me ocurrió preguntarle...
Yo: Entonces nada de alcohol, no?
Dr: Por qué? eso es un mito, como la sandía y el vino.
Yo: En serio?
Dr: Obvio que no te vas a alcoholizar porque ahí afecta al aparato digestivo en general, pero bebiendo normal no pasa nada.

Así que en el mencionado casamiento me dediqué a adquirir pruebas empíricas de tal afirmación, alcanzando un nivel de alcohol propio de un casorio (5 o 6 vasos de fernet) en conjunción con la administración de los antibióticos, y todo anduvo fenómeno, me curé de la dolencia sin privarme de estas bebidas espirituales que polulan en estas celebraciones.

Igual ojo, ...ya le preguntaré bien a mi Doc lo de la sandía y vino, y si me curé por los antibióticos o porque ya tenía que curarme o inlcuso por el alcohol ...por las dudas no intenen lo de la sandía...
Anécdotas relacionadas para develar el misterio serán bienvenidas.

Queridos...ou revoir!